Sociedad

«Ya mismo me desocupan este lugar»: desalojaron una iglesia que cumplía los protocolos

Ocurrió en el barrio Timbúes del departamento San Lorenzo en la provincia de Santa Fe.  El pastor de la iglesia Comunidad Redentor, Edwin Jenkin, señaló que las autoridades de la comuna irrumpieron en una reunión que se llevó a cabo con distanciamiento y cumpliendo todos los protocolos.

A pesar de que las actividades religiosas fueron habilitadas por un decreto provincial, el pasado sábado 10 de octubre se acercaron tres efectivos de la guardia urbana municipal y dos policías al local donde estaban reunidas un poco más de 10 persona. «Dijeron que teníamos que cerrar el templo», afirmó Jenkin al medio La Capital.  

El pastor santafesino indicó que “minutos después irrumpió en el local un hombre que intimidó a gritos a los asistentes, estaba vestido como si fuera policía y no se identificó. Esa misma persona había pasado unos días antes preguntando qué hacíamos en ese lugar. Según algunos vecinos sería un ex policía que trabaja para el municipio”.

“Esta persona le dijo a los fieles: ´¿Qué hacen acá? ¡Se van a enfermar todos! Ya mismo me desocupan este lugar´. Los creyentes asustados se retiraron inmediatamente. Cuando llegué, ese hombre ya no estaba pero le mostré al personal de la GUR la documentación con nuestros protocolos presentados y el decreto provincial que habilita los oficios religiosos. Me respondieron que no tenían tiempo de leerlo y que ellos solo cumplían órdenes y estaban haciendo su trabajo”, contó Jenkins.

De acuerdo al relato del referente de la congregación, las personas se encontraban orando correctamente separados, con barbijos y todas las medidas sanitarias pertinentes. «A otros que llegaron más tarde, los efectivos apostados en la puerta le prohibieron el ingreso”, declaró el pastor.

En ese contexto, los efectivos les indicaron a los presentes que el salón ubicado en San Martín 468 no contaba con la habilitación aunque la iglesia lo alquila para las reuniones desde hace un año.  “Una de las oficiales, previa comunicación con alguien, nos dijo que no teníamos habilitación municipal. Le expliqué que hace un año fuimos a la comuna para que nos den los requisitos que necesitábamos para alquilar un lugar y nos dijeron que no era necesario presentar nada”, agregó Jenkin.

“Luego me informaron que el encargado iba a traer una ordenanza, esperé durante 45 minutos en la vereda pero no vino, por lo que me retiré ya que se faltaba poco para el horario de restricción de circulación. Hoy fuimos a la comuna a preguntar por qué nos habían clausurado y para averiguar si era necesario presentarles también los protocolos que enviamos a la Provincia, pero nos encontramos con que estaba cerrada. Los vecinos nos dijeron que no abren desde marzo”, afirmó el pastor a la fuente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar

Botón volver arriba