Sociedad

Pastor de La Plata: «Es fácil para cualquier argentino de clase media decirles ‘quédense en su casa’»

Juan Zuccarelli, pastor de la Iglesia Cristo la Única Esperanza, que cuenta en La Plata con comedores en localidades como Arana y Los Hornos o zonas duras como El Mercadito se refirió a la situación de los barrios de bajos recursos  que está sufriendo las consecuencias de la cuarentena, .

En diálogo con el medio político La Tecla afirmó: “La mayor parte de esa gente, hoy está sin trabajo porque son cuentapropistas, que trabajan con el cartón o juntando los elementos que desechan otras personas, y hoy no pueden salir a la calle”, aseguró.

Zucarelli relató que “en estos barrios pobres, el hacinamiento es un problema, viven siete ocho o más personas en una casa. Y están sin cloacas, con agua cuando pueden ir a buscarla; y a veces les exigimos que se laven las manos a cada rato y no tienen agua o jabón, o tienen una letrina en lugar de un baño. Es fácil para cualquier argentino de clase media decirles ‘quédense en su casa’”.

En cuanto al nivel de conciencia de la población “villera” respecto del coronavirus aseveró que “nosotros, los pastores, les estuvimos diciendo que no reciban gente de afuera, porque hay algunos a los que los han venido a ver personas, por ejemplo, del Barrio 31 (Ciudad de Buenos Aires), y muchas veces no lo cumplen; por eso tenemos gente en los barrios donde estamos que se contagiaron, y todo el barrio está muy preocupado”.

“Hay muchos problemas con el hambre, y en los comedores hacemos cumplir las normas de distancia, el uso del barbijo, pero en la calle se abrazan, se saludan; no sé si se olvidan o no tienen miedo al coronavirus”, explicó Zuccarelli.

Al respecto sostuvo que “las personas mayores son las que tienen más precaución, porque les dijeron que los mayores de 65 años son más proclives a tener problemas con el virus, y las vemos muy temerosas”.

Acerca del riesgo de estigmatizar a quienes vive en estos barrios, Zucarelli señaló: “Esto empezó con la clase alta, a diferencia de otras enfermedades que podían haber comenzado en las villas. La gente rica trajo el virus al país. Ellos lo trajeron de Europa con sus viajes, lo pasaron a la clase media, y ésta, a los barrios populares. Esa gente rica, poderosa, que trajo el virus a nuestro país, ahora debería ir a las villas a pedirles perdón y ayudar, preguntar qué necesitan”.

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