Condenaron a un pastor por ruidos molestos y decomisaron instrumentos de la iglesia
El hecho ocurrió en la ciudad de General Pico, provincia de la Pampa. El juez contravencional, Maximiliano Boga Doyhenard, condenó al pastor de una iglesia evangélica por ser autor de la infracción contemplada en el artículo 97, inciso 1°, del Código Contravencional (ruidos molestos); a la pena de 39 días multa, equivalente a 71.760 pesos.
La sentencia fue dictada como consecuencia de un acuerdo de juicio abreviado solicitado por el fiscal Francisco Cuenca, el defensor particular Mariano Sánchez y el imputado, que admitió su culpabilidad, consignó el medio local La Arena.
De acuerdo a al fuente, los hechos probados tuvieron como damnificados a tres vecinos de la la iglesia ubicada sobre la calle 31 de dicha ciudad. El juez Boga Doyhenard imputó al pastor por «haber provocado molestias públicas innecesarias, al reproducir música a alto volumen, y realizar ruidos con aparatos musicales, sonoros y eléctricos en reiteradas ocasiones». Fueron 17 veces en 14 días y en diferentes horarios, resaltó el medio.
En el abreviado las partes tuvieron en consideración que Cabrera había sido condenado, por el mismo motivo, el 2 de septiembre del año pasado. Por eso Boga Doyhenard lo declaró reincidente.
El juez además prohibió que la iglesia utilice elementos de percusión, altoparlante, micrófonos, baterías, amplificadores y cualquier tipo de instrumentos musicales; así como elementos electrónicos para amplificar los sonidos, por el plazo de seis meses; contados desde que se aprueben judicialmente las modificaciones para insonorizacion ordenadas en la condena anterior; y abstenerse de realizar ensayos musicales y/o asambleas con instrumentos musicales y amplificación de sonidos, durante los horarios de descanso (de lunes a domingo de 13 a 16 y de 21 a 9).
Finalmente, Boya Doyhenard ordenó el decomiso de una serie de objetos que deberán ser entregados para su uso a los talleres gratuitos de música e instrumentos que se dictan en el Centro Cultural Maracó.
